Quiero comenzar este estudio haciendo mención a una frase que me dio mucho que pensar cuando empecé a elaborar mi balance energético: “la alimentación es voluntaria, pero la nutrición es involuntaria”. Esto nos quiere decir que aunque nosotros comamos lo que queremos y cuando queremos, muchas veces somos inconscientes de si los nutrientes que aportamos a nuestros organismos son los suficientes y correctos, o por el contrario, no lo son. El objetivo de este trabajo es, con los datos recogidos sobre mi alimentación durante una semana, ver si he aportado a mi dieta todo lo necesario para tener una alimentación equilibrada, los nutrientes que debo aumentar y los que tengo que disminuir, así como los que estoy aportando de manera adecuada. Para interpretar todos los datos recogidos hay que tener en cuenta mis datos antropométricos, de esta manera puedo saber si mi aporte energético se adecua al gasto diario, teniendo en cuenta también mi metabolismo basal, así como mi gasto energético en reposo. Haciendo unos sencillos cálculos puedo saber si estoy aportando las calorías suficientes para mantener mi organismo en buen estado de salud, o si por el contrario estas son demasiadas, o están mal repartidas en mi dieta.
Los materiales y métodos me han servido para obtener unos resultados sobre el tipo de alimentación que llevo, es decir, mi ingesta energética, así como el tipo de gasto que realizo de toda esa energía, el gasto energético.
Con todos estos datos he hallado mi balance energético y mi índice de alimentación saludable, que en caso sería negativo, traduciendo esto se podría decir que mi alimentación es aceptable y obteniendo un balance negativo, es decir, una ligera pérdida de peso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario